
Las aportaciones científicas de los mayas al mundo son muy significativas en las matemáticas, la astronomía, la escritura y la arquitectura, pero apenas conocemos una pequeña parte de ese legado, por las destrucción de gran parte de los libros y otros testimonios de esa cultura.
Según los arqueólogos, los mayas desarrollaron el concepto de cero, mucho antes que lo hicieran en Europa, y usaban un sistema de numeración de base 20, con el que hacían sumas de hasta cientos de millones.
Alfredo Barrera Rubio, ex director del INAH, precisa que los mayas no inventaron el cero. “La noción del cero se encuentra en culturas más anteriores, concretamente en la olmeca de Oaxaca.
“Los mayas incorporan esa idea, la desarrollan y la aplicaron aprovechándola en su calendario y en su sistema de numeración”.
Sus amplios conocimientos en matemáticas les permitieron proponer un calendario interelacionado con los ciclos agrícolas y producir observaciones astronómicas extremadamente precisas.
Sus diagramas de los movimientos de la Luna y los planetas son iguales o superiores a los de cualquier otra civilización trabajando a simple vista. El cálculo maya de la duración del año solar era superior al calendario gregoriano, y la duración de un año se estimaba ya en 365.25 días.
Asimismo, el sistema de escritura maya, una combinación de símbolos fonéticos e ideogramas, estuvo a punto de llegar a tener forma alfabética, dice Barrera Rubio, “lo que es otra de las proezas culturales de este pueblo”.
Mientras los mayas desarrollaban esos avances, Europa vivía el auge del feudalismo. Allí la ciencia y las artes estaban dominadas por los árabes, que se encargaron de conservar y transmitir los conocimientos científicos de los griegos y a fomentar otros nuevos, pero nunca como lo hicieron los mayas en las matemáticas y la astronomía

POR ESTRADA VELAZQUEZ JUAN MIGUEL
ResponderEliminar